6/9/10

Celia Díaz García - lunes, septiembre 06, 2010

Como premio, Lavín Torres daría 250 mil pesos a primaria rural; ahora, sólo 10 mil

A casi dos décadas la escuela que aún es considerada como “rural” mostró una mejora en su infraestructura y actualmente ha logrado ser una de las más solicitadas por su nivel académico ¦ Foto Celia Díaz

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Córdoba, Ver.- Sorprendidos por la noticia de haber obtenido el primer lugar en la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (Enlace) a nivel estatal, los únicos tres maestros de la escuela primaria rural Ignacio Zaragoza, ubicada en la congregación de Rancho San Matías, signaron un nuevo compromiso: mejorar la calidad de enseñanza para los estudiantes, muy a pesar de que las autoridades no hayan volteado a verlos, incluso, desde hace cinco años, cuando por primera vez ya había destacado en la prueba Enlace.

La historia

Hace 19 años llega a esta escuela abandonada la profesora María Eugenia Solís ahora directora del plantel, quien por el vasto amor a su profesión inició prácticamente “picando piedra” para que en esta congregación dejaran estudiar a los niños, debido a que por ser una zona rural en aquellas épocas los niños eran enseñados a trabajar la tierra, pero no a prepararse.

María Eugenia Solís narró que el trabajo de convencimiento fue sumamente difícil, sin embargo logró que los padres de familia dejaran a sus hijos prepararse escolarmente.

Con el tiempo, la profesora Solís consiguió que a casi dos décadas la escuela que aún es considerada como “rural” mostrara una mejora en su infraestructura, así como que los padres de familia permitieran a sus hijos acudir a prepararse; no solamente eso, actualmente ha logrado ser una de las más solicitadas por su nivel académico.

Hace cinco años llega a su apoyo el profesor Pío Valente Hernández Hernández, quien consciente de todo el trabajo que faltaba por hacer, tanto en la infraestructura como en la enseñanza, aplica una combinación de métodos educativos, creando básicamente su propio método, debido a que fueron adecuados a las carencias de la escuela y necesidades del alumnado.

La enseñanza

Para Pío Valente el hecho de presentarse a una escuela donde por ser “multigrado” los profesores deben enseñar a más de un grupo, significaba mucha carga de trabajo, por lo que optó por reunir los seis grupos de primaria en uno solo, considerando así un mayor beneficio para los pequeños quienes son capaces, a su corta edad, de resolver problemas de grupos más adelantados.

Aunque esto no fue nada fácil, pues la mínima matrícula de apenas 19 alumnos con la que contaba hace un lustro la escuela, estaba a punto de desvanecerse, al considerar los padres de familia que el método aplicado no era el más adecuado, “me querían comer”, recordó el profesor.

Aunado a ello, Pío Valente también considera “a la libertad” como parte importante para incentivar a los pequeños, con ello algunas horas del día las aprovecha para dar las clases afuera del aula.

“Nos interesa esta forma de trabajo donde el niño participa, opina, habla, convive, trabaja, juega. Y como escuela multigrado enseñamos muchos temas similares, pero con mayor dificultad según sea el grado”; en resumen, estos maestros aplican un sinnúmero de métodos.

Además de ello, la escuela es de tiempo completo, por lo que los pequeños salen hasta las cuatro de la tarde, así se ven obligados a darles de desayunar y comer a los niños, alimentación que entre cooperaciones dan los padres de familia a los estudiantes y que muy a pesar de ser rural la comida que les ofrecen es de calidad, e incluso para algunos niños que viven en total pobreza resulta su base alimentaria.

Los sinsabores
El 29 de enero de este año el secretario de Educación en Veracruz arranca la capacitación de Enlace regional, y aunque la sede del evento fue en Córdoba, el alcalde Juan Antonio Lavín Torres se comprometió a entregar 250 mil pesos a la escuela que ganara en esta prueba, quizá como un incentivo, lo cual consta en al menos los dos medios locales impresos de la zona.

Pero, como no es de extrañar, al munícipe se le olvidó su promesa, y tras conocer los resultados ahora sale a la luz pública “con bombo y platillos” a anunciar la entrega de 10 mil pesos como premio.
Estas declaraciones resultaron indignantes para los padres de familia, quienes han colaborado a que la escuela crezca, ya que es la esperanza para que sus hijos salgan adelante de una zona rural, y resulta que al alcalde sencillamente se le olvidó su compromiso, lo cual obviamente los hace sentirse “marginados”.

Con lágrimas en los ojos Aleida Chávez reclamó a las autoridades su falta de interés, exigió al gobierno del estado, al gobernador Fidel Herrera Beltrán que reconozca sus logros y a Lavín Torres que cumpla su promesa.

“Estamos orgullosos de nuestra escuela, de los profesores, y ellos (Lavín Torres) nos marginan, (y que) no hubiera ganado una escuela del centro, porque el presidente hubiera salido corriendo a darse su dinero”.

No solamente eso, también el DIF de Córdoba dejó de entregar los desayunos calientes que daban de apoyo a la escuela, pues desde que inició el ciclo escolar no han regresado para retomar el programa. Aunque el apoyo tampoco resulta suficiente, se hace de forma bimestral.

Las carencias

En la escuela Ignacio Zaragoza únicamente cuentan con dos aulas y un salón de usos múltiples que funge también como dirección y centro de cómputo. Los baños aún son letrinas y solamente son dos pequeñas áreas dividas para ambos sexos. Cuentan con una pequeña cocina en la que dan desayuno y comida a los niños; en ésta buscan alimentar adecuadamente para combatir, bajo su propio método, el problema de obesidad.
Los padres deben comprar la comida y la preparan, dicen, “las madres cocinan, les damos huevo, leche, carne, verduras, frutas, por decirle algo”.

En su afán de mejorar el plan de estudios y al nivel de alguna escuela particular, también cuentan con clases de inglés, salario que es cubierto con aportaciones de padres de familia, así como el del intendente.

Las promesas incumplidas

El alcalde Juan Antonio Lavín Torres además de los 250 mil pesos también prometió la creación de dos aulas, una alberca, la cual en caso de no contar con erario público sería realizada con su propio dinero.
“El año pasado que ganó la escuela Cervantes al otro día el secretario, el alcalde y todo mundo les felicitó, y la dotaron; pero esta vez con nosotros, desde cuándo se sabe de este triunfo, ni nos han hablado, pero si fuera una escuela del centro, o más bien no fuera rural, estaría de uno (sic) ya tomándose la foto”.

Las necesidades más urgentes son aulas y mobiliario, además que aseguraron ser marginados por ser un colegio rural.

Los logros

No es la primera ocasión o historia en la que se narra un triunfo, tras toda una vida de esfuerzos. El trabajo de Pío Valente y María Eugenia Solís no es la excepción, pues con sus métodos de enseñanza adaptados, su amor por la educación y los niños, han derivado excelentes resultados.

Desde hace cuatro años ha logrado obtener el primer lugar en la prueba Enlace a nivel regional y municipal, sin embargo, por primera ocasión la escuela Ignacio Zaragoza obtuvo el primer lugar pero a nivel estatal, y no solamente eso, también logró colocarse en el quinto lugar a nivel nacional en el área de escuelas públicas.

A pesar de ello, sigue “marginada y olvidada” por las autoridades municipales y estales, por lo que todo lo que hasta el momento han logrado ha sido en 90 por ciento por aportación de los tres maestros, padres de familia, alumnos y hasta ex alumnos; otro 10 por ciento ha sido por las tres entidades de gobierno.

Asimismo, durante tres años consecutivos Marlene Mendoza Escobar, una de las estudiantes, ha ocupado el primer lugar a nivel nacional en matemáticas; este año todo el grupo de Marlene ocupó el primer sitio en el estado, en esta misma asignatura.

Fernando Trujillo, quien egresó de esta institución educativa, obtuvo el máximo puntaje en matemáticas, su historia es difícil porque fue abandonado por su madre, lo que en un inicio lo convierte en un delincuente en potencia, pero su abuela los crío, cuenta, a punta de varazos, y logró que terminara sus estudios; ahora continúa en la secundaria, y de los recuerdos más significativos que conserva es que en el baile de graduación de primaria la abuela danzó el vals.

Juan Luna también era otro niño que su comportamiento le marcaba un futuro incierto, ya que fue catalogado como un niño problema, y ahora a base del amor que sus profesores le han brindado “ama a su escuela” y, cuentan, lloró todo un día al conocer los logros y triunfos del grupo.

Así como él, dicen los maestros, esta zona rural, donde las carencias son la pauta para historias tristes, ha sido olvidada, a pesar de ello y como en pocos lugares se puede ver toda la congregación ha hecho del plantel de estudios su segunda casa, ahí los niños pueden jugar hasta las 10 de la noche, a pesar de que esto signifique restarle parte de su tiempo a los maestros.

También los niños reclaman

Juan Luna calificó de “chismoso” a Lavín Torres, pues grabado tiene el día en que les prometieron la alberca para su escuela, promesa que retomó el munícipe en su campaña rumbo a la diputación federal.

Juan cuenta que un día se encontró al munícipe y le recordó de su promesa, pero solamente recibió como respuesta un movimiento de cabeza.

Por acciones como éstas, Juan ha dejado de creer desde pequeño en la política y en los políticos, incluso es el principal promotor de su familia para evitar que voten, pues a su corta edad está consciente de que los políticos solamente prometen para ganar.

“Yo la verdad pienso que los alcaldes son bien mentirosos, nada más prometen cuando andan en sus campañas pero no regresan; cuando le dicen a mi mamá que vote porque van a mejorar las cosas, yo le digo que ni lo haga porque es pura mentira”.

Las recompensas

El poder contar con clases extras significa un costo extra y muchas ocasiones por demás alto para los padres e familia, pero en la escuela Ignacio Zaragoza los niños cursan inglés, bordado, banda de guerra, computación, manualidades y corte y confección, todas impartidas por ex alumnos y padres de familia.

Esto a decir de los tres catedráticos ha sido su mejor recompensa, a pesar de estar casi en total abandono por autoridades gubernamentales.
Además de contar con una matrícula que incrementó de 70 del año pasado a 120 alumnos, la escuela está conformada no únicamente de niños de esa comunidad, sino también de estudiantes que viajan desde el centro en busca de una enseñanza de calidad.

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